¿Habéis pensado alguna vez que para las mujeres emprendedoras, la gestión del tiempo es fundamental?
Pues claro! Atendemos el trabajo, la crianza, la casa, las relaciones sociales y las que pueden, el tiempo personal.
Las mujeres estamos acostumbradas a estar para todo y para todos y lo asumimos como si fuera una cualidad intrínseca del género.
Si analizamos la multitarea o “multitasking”, algo tan cotidiano como, por ejemplo, hablar por teléfono y responder un mail, termina produciendo estrés, dificultad de conciliar, desorden y finalmente implica la necesidad de una planificación que no se hace nunca…
¿Cómo detenemos esta espiral?
Según los estudios del C. S. para el Cerebro de la Universidad de Dallas, el cambio instantáneo de una actividad a la otra supone poner a nuestro cerebro ante una batalla de decisiones entre prioridades, por ejemplo, recordar información de una idea y ejecutar otra. Esta disyuntiva provoca un pensamiento menos profundo, menor focalización, la reducción de la creatividad, el aumento de los errores y de la habilidad de bloquear la información irrelevante y además, causa fatiga rápidamente.
La multitarea, realmente, no es productiva, implica dar curso a más de dos asuntos al mismo tiempo, lo cual no permite ordenar, jerarquizar y pensar con calma.
El desempeño simultáneo de tareas es inevitable, especialmente en madres que trabajan, pero lo importante es no convertirlo en un modo de vida ni en la modalidad de trabajo.
Los beneficios de la gestión del tiempo.
Hacer una cosa cada vez permite tener la mente focalizada al 100% en lo que se está haciendo, en contraposición con la multitarea, que pone el “piloto automático” con concentración dispersa, esto implica hacer las cosas dos veces porque luego el cerebro no registra si lo hizo o no. Por ejemplo ¿apague el ordenador o no?¿guardé el móvil en el bolso o no? Por eso, sistematizar algunas tareas ayuda a la memoria.
También, saber delegar y elegir a las personas adecuadas es una gran cualidad. Las emprendedoras, aunque trabajemos solas, tenemos relación con los que nos rodean y es bueno saber con qué apoyo contamos, saber pedirlo.
La mejor manera de lograr una buena gestión del tiempo es sentarse unos 20 minutos y planificar, con agenda en mano, las actividades prioritarias y secundarias. Una vez decidido, ver la mejor manera de coordinarlas. Es importante establecer tiempos para hacer las cosas, es una forma de maximizar el tiempo disponible. Para optimizar, podemos aprovechar los momentos de espera, por ejemplo, en la fila del banco, podemos revisar la agenda, revaluar lo planificado y las tareas realizadas.
Una planificación semanal y mensual, es fundamental, teniendo claro cuáles son los eventos más importantes, veremos la mejor manera de organizar los recursos con los que contamos y nos ayudará a tener en mente lo que es importante y la cabeza fresca para solucionar imprevistos sin llegar al agotamiento físico y mental.
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